El masaje tántrico es el masaje mas íntimo y profundo que una persona puede sentir…
Es una técnica de masaje, una “herramienta” del Tantra para llegar al estado de consciencia más elevado.
Nos acercamos al cuerpo como templo divino y honramos con el masaje tántrico la conexión entre cuerpo y alma…
En el masaje tántrico la respiración profunda y el tacto no intencional son la llave para llegar a la libertar del Ser.
A través del tacto consciente se despierta el placer, la sensualidad de nuestra piel y la sensibilidad en todo el cuerpo. Se despierta, se mueve la energía sexual y va dirigido al corazón, al cuarto chacra.
En el momento en el que la energía sexual se convierte en amor puro, entramos en un estado de éxtasis. Éxtasis se llama al estado de vivir y sentir el momento presente, de No-Mente. Cuando la mente deja de preocuparse por el pasado o por el mañana. Simplemente queda “en blanco”.
En todo el cuerpo hay puntos emocionales y sexuales bloqueados que se trabajan en el masaje. Hay tabús en la zona de los genitales, puntos de placer que no se conocen o no se permiten conocer. Hay memorias y recuerdos, que a través del tacto consciente se liberan. Eso nos permite de volver a disfrutar de nuestro cuerpo, del sexo y de nuestra sexualidad.
Actualmente trabajo con masaje tántrico para hombres, mujeres y enseño esta técnica milenaria también a parejas.
Verma Rodriguez, mi admirada maestra de Tantra, en Barcelona www.vermarodriguez.com dice que “el masaje es una de las formas de comunicación mas bellas entre los amantes, relaja y sensibiliza, bendice y purifica. Es una danza extática que acerca a las personas a su forma original divina. Un ritual de adoración al cuerpo que nos permite sentir el gozo más sublime de todos, sentir el amor».
«El amor se irradia a través de la yema de tus dedos, del suave roce de tu palma, del ligero apoyo de tu antebrazo…, bailando con la energía del otro/a, a partir de la escucha interna de cualquier sensación o respuesta que aparezca a los estímulos que estás emitiendo…sabiduría perceptiva y sensitiva al servicio del masaje que se crea a través de tu tacto.., invitando a la conciencia a salir de su letargo…» Jose José Maria Sarto Ruiz